Carlos Monterroza, Departamento de Sociología y Ciencias Políticas
La forma de
gobierno presidencialista le otorga al presidente la legitimidad de sus
acciones proveniente de su respaldo en las urnas así como las facultades
institucionales para echar a andar su proyecto político (sin obviar los
respectivos controles del Órgano Legislativo que inspiran la teoría de pesos y contrapesos) aunque eso también
le implica al jefe de gobierno asumir responsabilidades a título individual
como compartidas.
Debo anticipar que este artículo de opinión,
motivado por el contexto actual, se
delimita a las atribuciones de poder político-institucional que asume un
presidente; aunque sería ingenuo considerarlas como las únicas que inciden en
la vida de los ciudadanos y ciudadanas.
Lo cierto es que en la sociedad convergen expresiones de poder
económico, armado, mediático con capacidad suficiente para influir en las
acciones y decisiones del presidente junto a su gabinete. Esperamos ampliar
este tema en futuras entradas del blog, por el momento lo delimitaremos al
ámbito gubernamental.
En ese caso, en nuestro país la figura del
presidente de la república concentra importantes atribuciones de poder
político-institucional y simbólico. La persona que obtiene dicho cargo se
convierte en el jefe de gobierno que nombra y remueve a los ministros y
viceministros; coordina las acciones de las diversas secretarías, ministerios e
instituciones autónomas, así como otras atribuciones que establece el artículo
168 de la constitución y el reglamento interno del órgano ejecutivo.
Fuente: Presidencia de El Salvador (2014) |
Pero dadas las características de nuestro sistema,
el presidente también asume la jefatura de estado que además de la
representación en el exterior tiene una connotación simbólica ante la comunidad
política del país. Una muestra retórica se observa en los discursos de toma de
posesión cuando los presidentes evocan a la unidad, resaltan la figura del
“pueblo” o promueven la construcción de acuerdos sociales; Salvador Sánchez
Cerén lo mencionó el primero de junio:
“Juntos podemos crear grandes
oportunidades para el país. A través de la unión de todas las fuerzas
productivas, económicas, políticas y sociales podremos hacer frente a estos
temas. Porque, les vuelvo a repetir, unidos crecemos todos […] No olvidemos que
somos un solo pueblo. Una sola patria, donde cada uno de nosotros merece la
oportunidad de vivir feliz y en paz…” [2]
Es evidente que en el transcurso de una gestión
presidencial tanto las atribuciones institucionales como las simbólicas tendrán
sus traslapes y existe la posibilidad que en varios momentos predomine la
figura del jefe de gobierno, en especial cuando las circunstancias (propuestas
de ley, toma de decisiones o implementar proyectos claves) así lo ameriten.
Pero eso solo lo podremos observar en el transcurso de esta gestión
presidencial.
|
En el primer caso -aunque resulte genérico y hasta
romántico para algunos- el presidente, como jefe de gobierno asume
responsabilidad de las decisiones[3]
que tome ante las personas que votaron por él (o su partido). Será hasta el
proceso electoral de 2019 cuando las personas que le apoyaron valorarán si
cumplió o no sus expectativas para premiarle apoyando nuevamente a su partido o
castigándole votando por otro candidato, también considerando la opción de no
participar en el proceso electoral.
Fuente: Presidencia de El Salvador (2014) |
En la responsabilidad compartida -de las políticas
implementadas- le acompañan al presidente otras instancias que componen el
Órgano Ejecutivo: Las Secretarías de Estado dirigidas por Ministros (con
colaboración de vice-ministros); El Consejo de Ministros (conformado por el
Presidente, Vicepresidente y Ministros); las Secretarías de la Presidencia
(unidades de apoyo al servicio de la presidencia) y los empleados (directores,
técnicos y operarios) que trabajan en las diversas organizaciones a cargo del
gobierno.
Claro, el jefe de gobierno y su equipo de trabajo
asume responsabilidades, pero ¿Cuáles son? Y ¿Ante quienes debe cumplir esas
responsabilidades? En este momento es prematuro formular respuestas a ambas
interrogantes, pero sí es posible provocar en los lectores una reflexión
siguiendo dos ideas: la primera relativa a los compromisos adquiridos por el
presidente y vicepresidente cuando en el contexto de la campaña electoral
realizaron acercamientos, acuerdos y negociaciones con los diversos sectores a
los cuales pidieron sus votos. Mentalmente podríamos hacer un flashback y regresar algunos meses
cuando Salvador Sánchez Cerén y Óscar Ortiz difundían sus encuentros con
representantes de organizaciones sociales, empresarios, cafetaleros, etc. Otra
opción podría ser el plan de gobierno “El Salvador adelante”[4]
porque ahí están enunciados y enumerados los compromisos (son 85) que el
presidente (y su partido) asume en su cargo.
Con la segunda idea, ¿quiénes son los destinatarios
de esa responsabilidad gubernamental? En principio podríamos pensar que son las
personas que votaron por Salvador y Óscar, aunque identificar ese cuerpo de
electores resulta imposible por lo tanto serán aquellos que insistan, demanden
por el cumplimiento de lo pactado. Aunque, estarán otras personas, grupos y
organizaciones que no les votaron pero que ejercen presión política para que
sus intereses se vean expresados en las medidas gubernamentales.
Debo advertir que estas “pistas” sean consideradas
con cautela, porque en definitiva serán las acciones emprendidas diariamente
las que permitirán evidenciar si realmente los compromisos asumidos cumplen con
la responsabilidad de sus cargos y quiénes resultan como beneficiarios.
[1] Traducción de la
frase escrita en 1945 por Franklin D. Roosevelt en el borrador de un discurso
que estaba preparando en conmemoración del día de nacimiento de Thomas
Jefferson (13 de abril): “Today we have
learned in the agony of war that great power involves great responsibility”.
Para consultar la versión borrador del discurso referirse a: http://www.fdrlibrary.marist.edu/daybyday/event/april-1945-4/
[2] Extracto tomado
del discurso de Salvador Sánchez Cerén en la toma de posesión presidencial el 1
de junio de 2014. Consultar en: http://www.presidencia.gob.sv/discurso-prof-salvador-sanchez-ceren-presidente-de-la-republica/
[3] Decisiones
expresadas en decretos ejecutivos, Iniciativas de ley a través de sus
ministros, observaciones y vetos, sanción de leyes.
[4] Se puede consultar el documento en el siguiente enlace: http://www.presidencia.gob.sv/wp-content/uploads/2014/06/478601347_doc-audio.pdf
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