POLÍTICA DE USO

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martes, 20 de mayo de 2014

La agenda internacional del presidente electo


Ricardo Ribera, Departamento de Filosofía.
 
La fórmula presidencial del FMLN ya había mostrado su capacidad de saber trabajar como equipo durante la campaña electoral. Lo ha confirmado inmediatamente después del gane del 9 de marzo. Óscar Ortiz se quedaba en el país a cargo del diálogo con los distintos sectores de la vida nacional, mientras Salvador Sánchez Cerén se encargaba de desarrollar una intensa actividad de relaciones internacionales.

Lo primero fue una gira por la región, que lo llevó a visitar cada uno de los países de Centroamérica, Belice y Panamá. Cada uno de sus presidentes fue invitado a la toma de posesión del próximo 1º de junio, ceremonia que se busca cuente con una nutrida representación internacional, tal como lo amerita su importancia histórica y política. Un primer contacto personal entre mandatarios importa para las buenas relaciones entre las naciones hermanas del istmo.

Es de señalar como acierto haber incluido a todos en la ronda de visitas y como éxito la buena recepción obtenida. No podría decirlo el recién electo presidente costarricense, quien se abstuvo de visitar a Daniel Ortega, gobernante de la vecina Nicaragua, debido al contencioso fronterizo entre ambos países en la zona del Río San Juan. En cambio Sánchez Cerén se reunió con su homólogo de Honduras, a pesar del diferendo por la soberanía de la isla Conejo. Por otra parte, y por motivos obvios, el tema no fue incluido en este primer contacto directo.

Había que iniciar con buen pie la relación personal entre ambos estadistas y coincidir en una constructiva posición de principios. Debe buscarse paz y desarrollo para la población cercana al golfo de Fonseca. Para ello es crucial el buen entendimiento de las tres naciones que comparten sus aguas. Es decir, generar la buena disposición y el consenso en que cualquier controversia será dirimida fraternalmente en el marco de la diplomacia y del derecho internacional. Ése era el objetivo y se consiguió.

La gira centroamericana se extendió también a la República Dominicana, país que se suma habitualmente a la región en materia de acuerdos económicos y comerciales. La siguiente visita fue a otra isla caribeña: Cuba. La agenda del presidente electo pasaba a otra etapa, caracterizada por su significación política.

La foto del ex-comandante del FMLN con Raúl Castro, asimismo comandante de la revolución, tiene el simbolismo de la amistad y la solidaridad internacionalista. Las relaciones diplomáticas con Cuba –restablecidas por Mauricio Funes el propio día de su toma de posesión como primer acto de su presidencia – es de prever que se reforzarán y puedan concretarse distintos ámbitos de cooperación.

De la comunista Cuba, directamente, en un salto no carente de audacia, al Vaticano. Allí el recién electo presidente salvadoreño fue recibido en audiencia privada por el Santo Padre. Trascendió que fue un encuentro cordial, en el que se habló de Monseñor Romero y donde el Papa Francisco externó su especial afecto por el pueblo salvadoreño. Recibió la invitación para visitar el país en un próximo futuro. El futuro gobernante extendió su estadía a fin de asistir a la canonización de San Juan XXIII y San Juan Pablo II. Ello le permitió coincidir con otros mandatarios llegados para la ocasión.

De regreso al país, Salvador Sánchez Cerén se quedó poco tiempo, pues después de participar en el mitin de clausura de la marcha del 1º de mayo, día de los trabajadores, en horas de la tarde partió hacia Venezuela. Acompañado por un grupo de dirigentes del FMLN se hizo presente en actos conmemorativos de la revolución bolivariana. De las reuniones con el presidente Nicolás Maduro trascendió el anuncio de la posible integración de El Salvador en el grupo de países que conforman Petrocaribe. Podría suponer ahorros millonarios en la actual factura petrolera.

Es de esperar un estrechamiento de lazos entre las dos naciones. Criticado y temido por la derecha y sectores oligárquicos, ello no debiera motivar preocupación si se efectúa sin copiar modelos foráneos, manteniendo la independencia nacional y en el marco de una política internacional diversificada. Casi simultáneamente a la visita a la patria de Bolívar se anunció la intención de las nuevas autoridades de viajar asimismo a Estados Unidos.

 Tal visita se concretó, destacándose las reuniones de Sánchez Cerén con el secretario de Estado, John Kerry, y con responsables de la Cuenta del Milenio, de la que se espera se concreten importantes proyectos de desarrollo en la zona costera. Es de destacar el acompañamiento que hizo la embajadora norteamericana, Mari Carmen Aponte, quien viajó especialmente a su país para participar en varias de las actividades del próximo mandatario salvadoreño, brindando su oportuno respaldo.

En resumen, ha sido una intensa actividad la que ha asumido el presidente electo, al igual que su compañero de fórmula, el futuro vicepresidente Óscar Ortiz, las semanas previas a su toma de posesión. No se concedió mayor tiempo al festejo ni al descanso, tras muchos meses de agotadora campaña electoral. Su actitud ha sido de ponerse manos a la obra, desde el primer día, lo cual está a la altura de las graves necesidades que enfrenta el país. Por otro lado, esa frenética actividad se valora como fructífera y bien enrumbada.  Busca reforzar la amplitud y la diversificación de relaciones, aspecto crucial en la escena internacional. Salvador Sánchez Cerén ha dejado la imagen de un auténtico estadista. Es un buen augurio de su futura gestión.

*En el sentido de las agujas del reloj, el Presidente Salvador Sánchez Cerén con su Santidad el Papa Francisco, los presidentes de Venezuela, Cuba, Honduras, Belice y el Secretario de Estado John Kerry. http://www.salvadoryoscar.com/

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